La clave ahora es la transformación digital

Llevamos años oyendo hablar de la transformación digital y de lo necesario y perentorio que es para las empresas subirse al tren, si quieren sobrevivir. La actual situación del Covid-19 sin parangón en nuestra historia reciente, es la prueba concluyente de que nos enfrentamos ante uno de nuestros mayores retos. Después de todo, las revoluciones surgen siempre como respuesta a algún tipo de crisis.

Nos hemos casi adaptado, tan sólo en unas semanas a un estilo de trabajo y vida digital, que durante bastante tiempo muchos de nosotros rechazábamos.

Desde las cosas más triviales, tales como ir de compras a la frutería de la esquina o hacer la compra en el supermercado, tener reuniones de trabajo internas con el equipo, hablar con amigos o familiares, buscar entretenimiento propio, haciendo cursos o recibiendo clases… prácticamente todo lo que solemos hacer en nuestro día a día, lo hemos trasladado al mundo digital, en lugar de renunciar a hacerlas.

Y aquellas empresas que ya estaban listas para esta transformación, son las que más partido le están sacando. Tiendas de alimentación, farmacias, empresas de entrega a domicilio, plataformas de comunicación online, restaurantes con plataformas que permiten hacer pedidos online, etc. De hecho, la compra online se ha incrementado en más de un 60% durante el confinamiento. ¿Qué sería de nosotros, en estos momentos, si estas opciones no estuvieran a nuestro alcance?  Y aún se puede mejorar bastante, pues hoy aún es moneda corriente el tener que hacer cola online o esperar más días de lo razonable para algunas compras online.

La forma en la que nos hemos reconvertido al mundo digital se ha conseguido mediante los mayores intermediarios de datos, tales como Google, Facebook, Amazon, etc. Estos disponen de una cantidad ingente de información, que se traducirá en una mayor facilidad para el usuario, cada vez que utilice una plataforma digital. A partir de ahora, veremos múltiples cambios en las interfaces, aplicaciones y sitios web más intuitivos y anuncios cada vez más personalizados dirigidos a targets concretos. La sorpresa de comentar algo sobre un producto y verlo anunciado en tu feed de Instagram en 5 minutos.

 

Es posible que nos estemos adaptando tan bien a esta nueva vía digital, que conseguiremos que aquellas empresas que aún no se habían subido al tren de la transformación, se suban en marcha.

La transformación tecnológica ya no es una elección. La necesidad imperiosa se convertirá en un acicate aún mayor en todas aquellas carreras relacionadas con IT, marketing digital, publicidad online, generador de contenidos, procesadores de datos, diseñadores de web, etc.

Todo este movimiento que oscilará a Internet hará lógicamente que la privacidad online y la seguridad se sitúen en el punto de mira, de modo que seguiremos oyendo mucho sobre expertos en ciberseguridad, consejeros sobre cumplimiento de protección de datos, o sobre el director de seguridad de información.

Los individuos y empresas que se quieran preparar para un futuro inmediato deberían ir pensando ya en dominar algunas de estás áreas.

Por otro lado, cuando las empresas de cualquier tamaño, se den cuenta que la realización de muchas de las tareas y trabajos se pueden realizar desde casa, traerá con toda seguridad como consecuencia, una reducción en los espacios de trabajo en las oficina. Seamos prácticos, nadie quiere pagar por un espacio de oficina que no va a necesitar.

Esta transformación digital es un proceso continuo de tal dimensión, que la Empresa Internacional de Datos, estima en un 20 % del PIB, lo que supone alrededor de 19 trillones de dólares, con respecto a la inversión realizada. ¿Puedes siquiera hacerte una vaga idea lo que la cifra podría ser, digamos, el año que viene? Es posible que estemos al borde ya de pasar a la fase final.

Ahora, la pregunta del millón sigue siendo: ¿Estamos listos para ello?

 

Bei Agola

Research Project Coordinator at Arpo